TRISTE, MUY TRISTEMENTE
viendo cómo caía el agua de una fuente.
Era la noche dulce y Argentina.
Lloraba la Noche, suspiraba la noche.
Sollozaba la noche.
Y el crepúsculo en su suave amatista,
diluía la lagrima de un misterioso artista.
Y ese artista era yo, misterioso y gimiente,
que mezclaba mi alma al chorro de la fuente.
Rubén Darío
1867-1916
Gran poeta Nicaraguense a quien también se le llama Prócer de la Paz, ya que siempre fijo su postura política en contra de los que ejercían su poder.
Irma Villalobos.
Irma Villalobos.
Bellísimo este poema del gran Rubén Darío que nos compartes, Inma. Besitos
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