LA TEHUANA.
Una noche la tehuana,
salió a cortar lindas flores,
había de tantos colores
que se las quiso llevar,
las fue prendiendo en su enagua
y huipil de terciopelo
y al quedarle unas cuantas,
se las prensó en sus cabellos,
caminando de regreso,
con su cadencia sin par
cantaba alegremente
la Sandunga, su son inmortal,
cuando llegó a su jacal
quiso desprender las flores
todas estaban bordadas
en su traje sin igual,
desde entonces la tehuana
luce con garbo y honor
su hermoso traje bordado
de flores multicolor.
Irma Villalobos.
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