TEMPESTAD



Caminando sin rumbo 

sin rumbo, por así quererlo,

me pescó la noche andando,

entre piedras y hojarascas,

a donde iba, no se.

Me adentre sin querer

en un camino de oscuridad y bruma,

no mentiré: tuve miedo,

quien está conmigo grite desesperada

¡Yo¡ - escuche de pronto, 

¡Yo también he tenido miedo! 

y aun sigo aquí hasta el final de los tiempos,

después todo fue silencio, 

seguido de un estrepitoso y solemne trueno.

La tempestad anunciaba una tormenta

aunque esa tormenta ya había llegado a mi vida.



Irma Villalobos.




 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario