martes, 27 de enero de 2015

OCASO - (Tristan Corbiére)



OCASO.

¡Que grato era aquel joven
y que lleno de sabía!
¡Tan ávido de vida!...
Y tan dulce en su sueño.
¡La cabeza que altiva
o inclinada con gracia!
¡Husmeando el amor!...
que tristemente pasa.
¡Era un don nadie!...
pero de pronto a visto.
Cómo le sonríe a la vuelta
sin rencor la fortuna.
Ya no sonreirá como otras veces,
Sabe cuanto cuesta todo eso
y como se consigue.
Su corazón ha echado panza
y saluda en prosa.
Se cotiza muy caro...
es alguien éste Dios.
Ya no va con las manos
sin nada en los bolsillos.
En su gloria que lleva
como un abrigo fúnebre.
Lo reconoceréis banal, vacío, celebre.
Lo reconoceréis, a éste desconocido.

Tristan Corbiére.

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