de pronto me sentí cautiva
en la jaula de tu amor.
Aprisionada en tus brazos
desesperada y doliente
quise desplegar mis alas,
más cuando lo intente,
me di tristemente cuenta
que ya no podía volar.
Resignada al cautiverio,
sin tener a donde ir
me deje llevar por ti,
me tomaste dulcemente,
me hiciste cruzar el mar
surcamos el inmenso cielo,
y con tu amor me hiciste volar.
Irma Villalobos
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