Hoy quiero compartir una fábula que en lo personal siempre la recuerdo, tal vez porque en mi niñez me la contaron y se me quedo muy gravada.
La fábula en los tiempos antiguos: Se dice que la fábula tiene su origen en la Indía y que solo era trasmitida por medio de la palabra y posteriormente se fue extendiendo por todas partes.
A los pequeños se les contaban ciertas enseñanzas de moral como historias con personajes de animales para que fuera mas atractivo y de mejor comprensión para ellos. Y hasta la fecha es una manera más rápida para aprender una enseñanza y no sólo para niños sino para adultos tambíen.
Como sabemos las fábulas se le atribuyen a Esopo un escritor griego del siglo VI a.C. quien fue quien las perfecciono.
Bien, la fábula de la que hablaremos hoy se llama:
LA GOLONDRINA Y LOS PÁJAROS.
Una golondrina de mundo, que por la experiencia de sus largos viajes sabía muchas cosas, reunió en cierta ocasión a los Pájaros de una comarca y les dijo:
"El labrador de estas tierras está sembrando cáñamo, e ignoro si sabéis que del cáñamo salen los lazos y las redes con que nos cazan. Bueno fuera, pues, amigos míos, que en lugar de correr alegremente por estas enramadas , os entretuviérais todos en ir detrás del labrador, comiéndole los cañamos que va sembrando. Esto sería útil para lo presente, y más útil aún para lo futuro"
Los pájaros soltaron a cantar, burlándose de aquellas razones, y prosiguieron su calaveresca vida de saltos, píos y volateos. El cáñamo broto, mientras tanto, y la Golondrina , que lamentaba la ceguedad de sus miopes compañeros, volvió a decirles:
"Aún es tiempo, amigos; arrancad los tallos uno a uno, y entonces escaparéis del destino fatal"
Pero los Pájaros le contestaban que veía ilusiones por ser vieja, y que la juventud no debía pensar más que en galanteos y festines. Creció el cáñamo, por último; maduró, fue segado y convertido lazos y redes para cazar, dentro de los cuales perecieron, jóvenes aun, la mayor parte de los Pájarillos que se burlaban de la Golondrina.
Desde entonces ésta abandonó la sociedad de las aves, por estupida, y se fue a la de los hombres, donde cuentan que no le va mucho mejor.
MORALEJA:
Cuando se es jóven no se presta oidos a las enseñanzas o experiencias de los viejos, pensamos que son enseñanzas anticuadas o exageraciones. En realidad nadie entenderá o aprenderá de nadie más que de uno mismo, tendremos que tropezarnos una y otra vez para poder aprender. Los viejos quisieran evitarnos sufrimientos pero es entendido que así no se aprende.
Irma Villalobos.