Hay días ( muy raros por cierto), pero la tristeza llega a mi; mi estado de animo se vuelve pequeño, es como si yo en lo particular trajera un peso sobre la cabeza que hace que camine lento y me sienta al ras del piso, no me dan ganas de hacer nada, es más no quisiera ni pensar, quisiera estar con los ojos cerrados y no ver ni saber de nada.
Los días que han transcurrido no han sido agradables lo se y no me quejo, pero sí me puede qué cuándo se quiere ayudar a alguien, sobre todo cuando se trata de un ser querido y opinas para bien y esa persona a parte de que no se deja ayudar a sabiendas de que puede que tengas razón, te lastima con sus comentarios, duele doblemente o más.
Hay quienes dicen: "No te metas, no digas nada", pero por no decir nada cuantas vidas se han perdido, por quedarnos callados cuantos problemas no se solucionan.
Que difícil es querer ayudar y no poder, que difícil es querer salvar una vida y que no se dejen, y que haya personas indiferentes que te digan; "déjalo es su gusto, y el que por su gusto muere, aunque lo entierren parado"
Desgraciadamente este es nuestro mundo, un mundo que muchos han confundido con el infierno, cuando que sí vieran más allá se darían cuenta que estamos en un paraíso y podrían ser felices todos, con lo que tenemos en el.
Irma Villalobos.