Me provocaste dulcemente y caí
como cae la noche al final del día
me provocaste con tus ojos de miel
y me embriague cual abeja con la flor
bebí como elixir la pasión que se me daba
y sin darme cuenta me perdí serenamente
en un mundo que creía conocer
y al volver después de ese delirio
me encontré entre tus brazos
yo tímida y tu viril.
Irma Villalobos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario