Darwin solía citar los apuntes de viaje de James Colman.
Nadie describió mejor que él la fauna del Océano Índico,
el cielo del Vesubio en llamas,
el fulgor de las noches de Arabia,
el color del calor de Zanzíbar,
el aire de Ceilán, que es de canela,
las sombras del invierno de Edimburgo,
y la grisura de las cárceles Rusas.
Precedido por su blanco bastón, Colman dio la vuelta al mundo,
de punta a punta.
Este viajero, que tanto nos ayudo a ver, era ciego.
-Yo veo con los pies- decía.
Eduardo Galeano