EL ÁNGEL DE LA COPA.
Sobre la mesa está la copa llena,
la copa tiene un ángel escondido,
ángel para beber, ángel bebido,
que salta y suelta al vino su melena.
Vacía ya la copa. No, no suena,
el ángel por aquí, ¿Por donde ha ido?
Pasó el puente del labio y va perdido,
sangre arriba y abajo, por la vena.
Sangre arriba y abajo canta, encanta,
viene, se va, se tumba, se levanta
y trina treinta trinos de jilguero.
Caballero de sol, luego, galopa,
y en su capa se escapa, ya sin copa,
camino de Dios sabe que lucero.
Antonio y Carlos Murciano.
España
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