¿De que está hecho el amor? me preguntó cierto día la más pequeña de mis hijas, y no supe que decir en ese momento, nunca me había hecho esa pregunta, nunca me había tomado la molestia de saber de que estaba hecho el amor.
Comencé diciéndole que el amor era un mandato divino, y por ser divino tendría que estar hecho al igual que el hombre, de los cinco elementos para que fuera fuerte.
El amor esta hecho con tierra, porque el amor debe de ser compacto, fuerte, el amor es energía, es perseverante, es firme y es prudente.
Debe tener un poco de aire, porque el amor debe de ser inteligente, debe de ser comunicativo; el amor es idealista y creativo y ademas debe fluir como fluye el viento. Donde hay amor hay fantasía; el amor debe estar en todas partes, el amor cambia nuestro temperamento, nos puede hacer tranquilos o nos vuelve violentos, y así como no se puede vivir sin el aire, nadie puede vivir sin amor.
El amor es como el agua, mueve nuestras emociones, nos inspira, tiene sensaciones, nos vuelve apasionados, hace que florezcan nuestros instintos, nuestros anhelos, nuestros temores, y que así como da placer también duele.
Tiene mucho de fuego, porque es impulsivo y deslumbrante; el amor nos llena de energía, nos transforma para bien o para mal; podemos ser agresivos para defender lo que amamos, o nos vuelve creativos, e ideamos cosas nuevas; el amor nos transforma, nos hace espirituales, el que ama se siente poderoso y seguro de si mismo.
El amor también tiene un poco de esa sustancia brillante que se llama éter, es perfecto, es sutil, es ligero; el amor es frágil, fácil de dañar, es transparente; es como el cristal, fácil de quebrar y difícil de reconstruir.
El amor es perfecto y siempre debe de estar en movimiento.
El amor es el sentimiento más sublime, tiene un poco de polvo de estrellas para que brille y un mucho de divino para que se mantenga firme.
Irma Villalobos.