Cada día se aprende algo.



Aprendí que es agradable encontrar a una persona sincera.  Todos pensamos que nuestros amigos son sinceros con nosotros. He aprendido que la sinceridad no la debemos esperar de los demás, solo se puede esperar de los amigos dignos de confianza.

Si queremos ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, sabemos que no es tan sencillo como parece, siempre se recurre a las verdades a medias o a las mentiras piadosas para ocultar algo que sabemos que puede lastimar a un amigo.

Las personas sinceras deben de tener mucho tacto para decir las cosas sin lastimar, sin incomodar, se requiere valor para decir una verdad y ademas sabiduría para no lastimar al amigo o amiga.

El ser sincero es digno de admirarse porque te vuelves una persona de respeto y confianza, porque demuestras tu honestidad con todos y contigo mismo.


Irma Villalobos.

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