sábado, 13 de julio de 2013

¿Que misterio hay después de la Muerte?




Transcurría el año 2009, llegaron las vacaciones de verano, mis hijos y yo habíamos hecho planes para irnos ese año a la playa, rentamos una cabaña a la orilla del mar, en una playa muy conocida  de un bonito estado de México, dos días antes de irnos mis hijos aun no habían terminados los pendientes que tenían, por lo que me vi en la necesidad de viajar sola y ellos me alcanzarían unos días después. La reservación  de la cabaña ya estaba hecha y si no llegaba ya no encontraríamos mas adelante una, era temporada alta y todas estaban ocupadas hasta el siguiente mes.
El lugar es hermoso, las cabañas a la orilla del mar, a principio sentí miedo de estar sola, sobre todo en la noche,  aunque ya nos habían dicho que todo era muy seguro, así que me arme de valor y me dije: -A disfrutar de estos días en que estaré completamente sola- El segundo día de mi llegada salí a conocer y a admirar la artesanía del lugar; llegó la noche y decidí ir a caminar a la orilla del mar, recuerdo que había una luna hermosa a punto de ser luna llena y el mar en calma por momentos y de repente una que otra ola, el olor del mar y el suave viento hacían la noche perfecta.
Después de caminar un buen rato me senté en la arena que parecía un manto blanco, daba la impresión de la escarcha bajo la luz de la luna, a lo lejos vi la silueta de una mujer caminando, paso detrás de mi y continuo su camino, al poco rato venía de regreso y se sentó a mi lado, su presencia me intimidó, fue una sensación extraña, me presente, ella no dijo su nombre, comenzamos a platicar, me contó que viajaba en un crucero, pero que se sentía triste porque estaba sola, le comente que yo también y que unos días más tarde se reunirían mis hijos conmigo, me platicó de los lugares que había conocido y cuales le habían gustado más, pero que al final siempre estaba sola y que siempre tenía que estar viajando, me extraño la tristeza con que lo dijo y sentí pena por ella. pensé que el dinero no da la felicidad anhelada, le dije que si quería y podía nos veríamos al otro día para comer juntas, con la claridad de la luna pude ver que su rostro se ilumino con una sonrisa y me dijo que si, por un momento sonrió  emocionada, nos despedimos; ella se marcho y yo me metí a mi cabaña, quedamos en vernos en el restaurant del hotel, recuerdo que no pude leer un rato porque pensaba en mi nueva amiga y su melancólica sonrisa,  recordé que no me había dicho su nombre, empece a buscar nombres que le quedaran a su personalidad y me quede dormida.
Al otro día llegó la hora de la cita, me dije: -Tal vez vallamos de compras o al cine- esperé casi una hora y no llegó, así que comí sola, camine un rato viendo escaparates y regrese a la cabaña con un poco de preocupación,
¿qué pudo pasar? ¿ porque no llegó?
En la noche salí a caminar y a sentarme en la arena, al poco tiempo llego mi nueva amiga, nos saludamos y se disculpo por no llegar a la cita, no dijo porque y ni yo pregunté. Platicamos de muchas cosas, de los lugares que las dos conocíamos, de libros, de nuestros gustos, me dijo que se llamaba Samantha pero que su mamá le decía Tha; fue una platica muy rica, muy amena, llego la hora de despedirnos, no sin antes ponernos de acuerdo para vernos a la siguiente noche. Las pláticas con Samantha eran muy agradables y reíamos por todo, nos metíamos al mar, caminábamos y por último nos despedíamos, pasó una semana en la que solo nos veíamos por la noche; quien nos viera platicar pesaría que eramos amigas de toda la vida. Nunca nos vimos en el día, siempre de noche y a la orilla del mar.´
A la siguiente noche nos vimos, me comento que al otro día continuaría su viaje en el crucero, me platicó de un accidente que había tenido dos años atrás en el que había muerto el amor de su vida y que a raíz de eso sufría, y que continuamente viajaba porque quería encontrar la paz que deseaba y que no sabía por cuanto tiempo seguiría así, le dije que ojala y nos volviéramos ver, me quedo mirando y me dijo: 
"Vive siempre disfrutando la vida y cada momento de ella, no te arrepientas de lo que hagas, los errores tómalos como una experiencia, como un aprendizaje, la vida es para ser feliz porque no sabes cuando ya no estarás aquí, cada mañana al despertar piensa en lo feliz que vas a ser ese día, porque tienes la vida frente a ti, vive cada momento, hay muchos momentos mágicos a lo largo del día y si pierdes el tiempo en cosas sin sentido te pierdes de lo que en realidad  vale la pena, disfruta aunque sea uno de esos momentos, espéralo y llegará"
No se porque me dolía despedirme de ella, solo la conocí de noche, su rostro lo tengo grabado en mi mente. Por último me dijo: -Quiero pedirte un favor, háblale a mi madre y dile que estoy bien, que no se preocupe por mi, que nos volveremos a ver-  y me dio un número telefónico, el cual anoté en mi celular, nos abrazamos, la sentí fría, en ese momento algo pasó, no puedo explicarlo es como si el tiempo se hubiera detenido, no escuche ni el ruido de las olas, fue muy raro, su rostro cambio, había una alegría en el y una pálida sonrisa.
Al siguiente día llegaron mis hijos y nos quedamos otra semana más, llego el día de regresar a la rutina pero con los ánimos renovados, pensé en Samanta,  que tenía que hablar con su mamá para darle su mensaje, intente comunicarme pero sin ningún éxito hasta dos días después. Del otro lado de la linea me contesto una voz dulce y muy amable, salude y me presente diciendo que era amiga de Samantha, y que era portadora de un mensaje para su mamá, ella me dijo con una voz de sorpresa pero a la vez apagada: Yo soy la mamá de Samantha y eso que me esta diciendo no es verdad, le dije que había estado con ella en la playa y que nos habíamos visto todas las noches por una semana, y para que me creyera comente que Samantha me había dicho que ella era la única que le decía Tha, la señora corto la llamada.

Pasaron tres largos días para mi, porque no sabía que había pasado y por qué la actitud tan rara de la señora. Al cuarto día de esperar y pensar que si hablaba nuevamente, sonó el teléfono; conteste y era una persona que se identificó como hermano de Samantha , me pregunto que cual era el recado para su madre, después de escucharme sin decir palabra alguna, sollozando me dijo que su hermana tenía tres años de haber muerto en un viaje en un crucero, que iban un grupo de amigos y que su novio había caído al mar y ella en un intento de salvarlo se aventó y nunca los encontraron. Pidió disculpas porque pensaron que era una broma de mal gusto, pero lo que le hizo llamarme fue porque le extraño que yo supiera el diminutivo con que su mamá le hablaba, era la única que le decía Tha, me quede petrificada, ahora era yo la que no podía hablar, sentía que estaba a punto de caer, colgué sin decir nada y empece a llorar porque no daba crédito a lo que me había pasado, ahora pensaba que la broma me la estaban haciendo a mi.


Pasaron los días, sentía la necesidad de hablar con la madre de Samantha, decirle que no era broma, que la más afectada era yo, porque no podía creerlo, ya que por una semana platiqué, reí, caminé al lado de una persona que ahora me dicen que no existe, tome el teléfono y le marque, me contesto ella, le pedí que por favor no me colgará, que me escuchara, yo también estaba afectada, porque esto era algo fuera de lo normal, le conté cosas que ella me había dicho, como cuando murió su padre, después de dejarme hablar y las dos llorando me dijo que me creía, porque todo lo que le había dicho era verdad, y que ella siempre lloraba,  no estaba tranquila porque el cuerpo de su hija no lo encontraron y que pensaba que algún día ella regresaría, me prometió que ya no lloraría porque sabía que le hacía daño a su hija y que no podría estar Tha en paz si ella tampoco lo estaba.


Han pasado unos años después de esa rara experiencia vivida, amo más la vida, siempre la disfruto y todo gracias a ese ángel que me escogió para ser portadora de un mensaje del más allá, ¿Que misterio hay después de la muerte  o será que nos vamos a un mundo paralelo donde se nos puede dar permiso de regresar y enviarle un mensaje a un ser querido?  lo único que se es que fui intermediaria  entre dos mundos para  llevar un mensaje de dos almas que se aman más allá de la muerte.


Irma Villalobos.

Porque algunas veces sentimos que el tiempo transcurre lento y otras veces rápido?, se dice que a medida que envejecemos nuestros procesos c...