El Abrazo.


Un abrazo siempre llega cuando menos te lo esperas, siempre es bienvenido con una sonrisa, un abrazo es lo más tierno, lo más sincero, un abrazo nos llena de energía, y nos invita a continuar con la alegría en el cuerpo. Yo amo los abrazos y los disfruto, para mi un abrazos detiene el tiempo y es como un pase de buenas vibraciones. 


El día tiene cantidad de segundos, un montón de minutos y veinticuatro horas, 

¿Has contado los abrazos que das y recibes en ese tiempo? 
-Lo mas seguro es que no, pero creo que esta pregunta es más fácil de contestar: 
¿Le regalas un abrazo a un amigo o a un ser querido en el transcurso del día? .
-Yo  digo que si, pero hay otra pregunta más: 
¿Le regalas un abrazo a un ser desconocido? 
-Yo digo que no. 

Cuantos deseamos en la vida tener a alguien que nos de un abrazo, un abrazos de consuelo, de amistad, un abrazo fraternal, un abrazo de pareja, pero todos en realidad son abrazos de amor. cualquiera de esos abrazos dejan una sensación agradable en nuestro cuerpo y en nuestros corazón. 


El abrazo de un amigo se disfruta, es un abrazo sincero, espontaneo, y siempre te deja con una sonrisa en el rostro. 


El abrazo de los padres, que sensación tan hermosa, para mi es como una maquina del tiempo, me transportan al pasado y me convierten nuevamente en niña, cuando me abraza mi madre quisiera que el tiempo se detuviera para sentirme por un momento segura y protegida y no saber que los problemas existen. 


El abrazo de un hijo, un abrazo que sabe a gloria, lleno de amor, de ternura, un abrazo que no se compara con nada. 


El abrazo de pareja, un abrazo de amor en el que muchas veces nos sentimos protegidos y con ganas de continuar a pesar de todos los problemas, un abrazo que nos dice; ¡¡Vamos, estoy contigo!! entre los dos podemos con todo. 


Todos conocemos estos abrazos, pero muy pocos conocemos el abrazo de un desconocido, el abrazo que se da por el simple hecho de querer dar un abrazo a alguien que vemos en la calle con la mirada ausente, o con los pasos cansados como quien lleva todos los problemas sobre su espalda, cuantos habrán por la vida que hace mucho no reciben un abrazo de amistad o de amor ¿Se imaginan que felices podemos hacer a una persona desconocida con un abrazo?  y ¿Que felicidad podremos sentir nosotros en nuestro corazón? Creo es el momento de hacerlo, no debe darnos pena, es lo mejor que podemos dar y no cuesta nada, solo sonreír y decir: ¿Te puedo dar un abrazo?  y veremos como se ilumina una cara triste y como la mirada ausente vera nuevamente la luz de un mejor día.


Irma Villalobos.

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