La Serpiente que Danza.- Charles Baudelaire.



Cuanto gozo al mirar, dulce indolente, 
Tu corpóreo esplendor 
Como si fueran seda iridiscente 
Tu piel y su fulgor. 

Y sobre tu profunda cabellera 
De un ácido aroma 
Cual un mar errabundo, sin ribera, 
En azul ondular. 

Como bajel que despertó del sueño 
Al viento matinal, 
Lanzo mi alma en soñador empeño 
Hacía el piélago astral. 

En tu mirada que nada revela 
De dulzura ni hiel, 
Mezcla de oro y hierro se congela 
Para el doble joyel. 

Mirando la cadencia con que avanzas 
Bella de lasitud, 
Dijéranse  las serpentinas danzas 
Al ritmo del laúd. 

Agotada de un fardo de molicie 
Tu cabeza infantil 
Se balancea como en la planicie 
Una leona febril.  

Y tu cuerpo se inclina y se distiende 
Como ebrio bajel, 
Y va de borda en borda mientras hiende 
Las aguas su proel. 

Cual la onda engrosada por las fuentes 
Del rugidor glaciar, 
Cuando asoman al filo de tus dientes 
Espuma y planear. 

Creo beber un vino, -sangre, llama, 
Sima y elevación- 
Un vino que me inunda, que me inflama, 
De astros el corazón.  

Charles Baudelaire.
(1821-1867) 
Francia. 
Poeta y crítico de arte francés, considerado por algunos críticos el iniciador de la poesía moderna y uno de los máximos exponente del simbolismo, debido a su vida de bohemia y excesos Paul Verlaine lo incluyó entre los Poetas Malditos.

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