El Ego.




Alejandro Magno fue un gran Conquistador de la Edad Media, y fue uno de los protagonistas de los grandes cambios políticos, religiosos y culturales.

De niño fue discípulo de Aristóteles, quien le consagro 3 años de su vida para moldear el carácter del futuro Rey de Macedonia. Subió al trono a la edad de 20 años, y en realidad su reinado solo fue de 13 años.
Alejandro Magno ganó muchas batallas, gano la última y decisiva batalla a los Persas, y mas que eso, unió la civilización Griega con Egipto y todo Oriente hasta la India, y surge una nueva época en la historia de la humanidad, éste período que duro unos 300 años se suele llamar Helenismo.
En ésta época la cultura predominante Griega dominaba en los tres reinos Helenisticos: Macedonia, Siria y Egipto.

Bien, después de ésta breve semblanza, quiero contar una parte de la historia de la vida de éste personaje, es una anécdota que a mi en lo personal me gusta por la enseñanza que nos deja, la cual tiene que ver mucho con el Ego de cada persona.
Se dice que el Ego es todo lo contrario de nuestro verdadero ser, es una o varias caretas que nos vamos poniendo a lo largo de nuestra vida, el ego es la personalidad que vamos usando ante la sociedad. El Ego siempre nos impulsa a querer ser más y más, a tener más y mas, pero al final del día, nos damos cuenta que no somos felices porque podremos tener todo, pero seguimos sin estar satisfechos.

Alejandro Magno era una persona ambiciosa, quería ser conquistador del mundo, y casi llegó a conquistarlo de no ser porque América aun no se conocía, o sea la mitad del mundo, y otra, que entro a la India pero no la conquistó, y tubo que retirarse. Alejandro Magno era muy joven tenía 33 años, pero fue una persona que en toda su vida se limito a pelear, a su edad ya estaba enfermo, aburrido de tantas batallas y de tanta muerte, de tanta sangre. quería volver a su patria para descansar, era una persona cada vez más rica, más poderosa pero ya estaba cansado a punto de morir. Había prometido a su madre que una vez que hubiera conquistado el mundo volvería y lo pondría a sus pies como regalo. Nadie había hecho semejante cosa por una madre, de modo que era algo único.

Pero el ya no tenía fuerzas para luchar ni por su vida, aún rodeado de los mejores médicos, se sentía impotente. Solo quería llegar a su patria, pero todos le decían que no sobreviviría. Los Médicos le decían que no podría sobrevivir a un viaje de 24 horas, será mejor que descanses y a lo mejor tengas posibilidades de vivir, pero ellos sabía que aun ni el descanso le serviría de mucho ... Te estas muriendo, le decían, te acercas cada vez más no a tu patria sino a tu muerte,  no a tu hogar, sino a tu tumba y no podemos ayudarte, y lo tuyo no es una enfermedad, eres como un cartucho descargado, has gastado tu energía vital en luchar con una y otra nación, has desperdiciado tu vida.  Alejandro Magno no entendió, el solo quería llegar a su patria, y no lo logro, no llegó a Atenas, murió en el camino, justo un día antes de llegar.

 Antes de morir le dijo a su comandante en jefe:
- Este es mi último deseo que debe cumplirse.
- Cuando llevéis mi ataúd a la tumba, debéis dejar mis manos afuera.
El comandante en jefe preguntó el porque de ese deseo.
- Las manos siempre van dentro del ataúd, a nadie se le ocurre dejar las manos del cadáver fuera.
Y él respondió:
-Lo que quiero es mostrar al mundo que me voy con las manos vacías; pensaba que era cada día más grande, más rico, pero en realidad era cada día más pobre. Al nacer llegue al mundo con los puños apretados, como si sujetara algo en mis manos, ahora en el momento de la muerte no puedo irme con los puños apretados. para mantener los puños cerrados se necesita vida, energía, un muerto no puede mantener los puños cerrados ¿Quien va a cerrarlos? . un muerto deja de existir, se le ha escapado toda la energía y las manos se abren por si sola.
-Que todo el mundo sepa que Alejandro Magno va a morir con las manos vacías, como un mendigo.

Esta breve historia me da a entender que el Ego es el origen de todo nuestro comportamiento ante la vida, sobre todo de todos nuestros problemas, de todos los conflictos, de las guerras, los celos, el miedo a ser menos que otro y hasta la depresión.

Nos sentimos fracasados, siempre queremos tener todo y no se puede, hay miles de cosas que nos hieren y todo por el maldito ego. El ego es la mayor de las mentiras, porque nos creamos una personalidad que no tenemos, porque queremos aparentar algo que no somos, solo es una mascara que usamos para cada circunstancia. El ego solo puede existir con lo que no existe.
El ego es lo contrario de tu verdadero ser, es un engaño, cuando nacemos somos auténticos, después se empieza a crear un falso ser, nos ponen un nombre, nos asignan una religión, una raza, blanco, amarillo, negro, nos dan una nacionalidad y te crean ambiciones y condicionamientos para ya no ser tu, sino lo que la sociedad quiere que seas.

No es fácil liberarse de la ilusión, porque es volver a descubrir tu ser y dejar tu yo.

Irma Villalobos.
Fecha:  14-Sep-2014

1 comentario:

  1. Que buena historia, y la anécdota encierra una verdad irreversible.
    Solo un vivo tiene ego y ambición.
    Desde el primer respiro sólo se desea más y más, se lucha por sobrevivir y lograr más Hasta el último suspiro.
    Gracias Irma por tan buena entrada

    ResponderEliminar