El Mar, el sol y yo




Sola, como otras veces, sola con una nueva crisis, como en otras ocasiones, ésta soledad que a veces gusta, pero que en otras mata, sola en mi cuarto ahogándome, empiezo a soñar, pero no se si duermo sin dormir o porque el oxigeno no me llega al cerebro, creo que sueño pero estoy despierta. 

Sueño: El mar , una cabaña, sola, pero es otra soledad.  Es una soledad mística, sentada en el portal, siento una brisa fresca que no puedo ver, me siento ligera, como si no pesara.  Veo el ocaso tan bello, los colores del cielo como se reflejan en el mar, siento el viento cálido y me siento plena, como hace mucho no me sentía. 


Ah soledad, compañera de mis batallas, siempre estas agazapada esperando que te llame. 

Que hermoso atardecer, ver el sol que se va ocultando, las aguas tranquilas del mar, la luz que se refleja en el agua formando un camino hacia el sol en el horizonte, un camino brillante que me invita a caminar en el, es una tentación, me llama, pero no puedo, soy cobarde, por más hermoso que sea el camino, no puedo ir, tengo miedo, me viene a la mente Alfonsina, y le digo: Valiente, fuerte, decidida, veo su silueta caminando hacia el sol, que hermosa se ve.   

El sol se pierde en el horizonte, me quedo absorta, solo queda una lucecita como un guiño que me dice: Mañana te invito de nuevo, el sabe que no iré, aunque yo se que todas las tardes me espera, sabe que no iré. 



Irma Villalobos. 

Fecha  01-11-13

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